¿Qué delito sale más caro?

Hemos visto familias separadas por leyes de inmigración que poca cabida dan  al perdón. Hemos sido testigos de padres deportados como consecuencia de una infracción de tráfico. Pero también hemos reportado cómo autoridades policiacas y judiciales salen limpias y libradas al cometer delitos peores que estos. Andan sueltos, con la frente en alto y libres de culpa.

En Arizona sale más caro no poner una direccional al conducir que hacer trampa durante una contienda política; en Arizona es peor ser indocumentado que un político corrupto. En Arizona se penalizan los delitos menores y se escoge “no presentar cargos criminales” en lo referente a los delitos mayores.  Todo bajo el amparo de la ley, esa escrita con recovecos que permiten que los más mañosos se salgan con la suya.

El procurador general (sí, ese que se encarga de la impartición de justicia en el Estado) es acusado de hacer trampa durante su campaña política en el año 2010, la cual le aseguró el cargo que hoy desempeña. Quizá para muchos la palabra trampa sea fuerte, pero la violación a la ley electoral con el pleno conocimiento de ello no se puede interpretar de otra manera. Él sabía que las consecuencias solo serían civiles y no criminales y que con “corregir” el problema, esto no pasaría a mayores. Y así es. Esto quiere decir que Horne no tiene que renunciar al puesto, no tiene que salir a pedir disculpas públicas ni siquiera tiene que reconocer el daño que le hizo a la campaña de Felicia Rotellini (su oponente demócrata en la contienda). Como quien dice, paga una multa y san se acabó. Llegó al poder con artimañas y se quedará ahí, bajo el amparo de la ley que lo permite.

Y esa no es la única norma que da cabida a la confusión. La ley de sanción de empleadores fue creada con la intención de castigar a aquellos que contrataran a empleados indocumentados; pero hasta la fecha son cientos los trabajadores tras las rejas y no son ni diez los patrones sancionados. Además, el líder de la agencia que hace cumplir esa ley estatal tampoco está libre de culpa.

El sheriff del Condado Maricopa ha salido bien librado de unos cuantos asuntos legales. El Departamento de Justicia prefirió no presentar cargos criminales en su contra incluso cuando algunos de los casos presentados como evidencia por abuso de poder ya habían sido resueltos en otras Cortes donde las autoridades salieron perdiendo. Mientras las instancias locales validaron los abusos, la intimidación y la discriminación; el Departamento de Justicia se hizo de la vista gorda. Aunque esto último no es novedad, ya que hay decenas de casos reportados de abusos de las autoridades a los que no se les ha prestado atención en cuestiones de derechos humanos. En el Condado, los más ignorados son los temas de delitos sexuales. En todos lados se cuecen habas.

Con lo que está pasando, podríamos pensar que en Arizona se protege al delincuente de cuello blanco. Con dinero baila el perro, y con dinero Tom Horne se salvará de ir a la Corte o a la cárcel. Con dinero se ganan campañas, con dinero se pasan leyes. ¿Qué delito sale más caro? El ser pobre y no tener papeles.

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